Durante el ejercicio 2020 los anteriores gobiernos de Toluca y Naucalpan, que al final de sus administraciones terminaron con problemas para cubrir nóminas y adeudos, no cumplieron con sus metas de recaudación, incrementaron sus deudas para pagar servicios personales y proveedores.
Según el informe de fiscalización del ejercicio 2020 del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), en su segundo año de gobierno ambos ayuntamientos mostraron algunos problemas financieros.
Como adquirieron créditos a corto plazo, que no terminaron de pagar en ese año, sus pasivos pasaron de ser sostenibles a estar en observación, de acuerdo con el sistema de alertas de la Secretaría de Hacienda.
Mientras en Naucalpan síndicos y regidores tenían salarios distintos, pese a tener la misma categoría; en Toluca las y los titulares de las sindicaturas contaban con sueldos mensuales brutos más altos que el del propio presidente municipal y ninguno cumplió. No todas sus obligaciones de transparencia.
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