En el Estado de México, el sector salud estima que cada año se diagnostican alrededor de 15 mil nuevos casos de diabetes, teniendo entre los principales factores asociados la obesidad, hipertensión o antecedentes familiares directos, padres o hermanos, con esta enfermedad.
Para prevenir y en su caso atender de manera oportuna esta enfermedad crónico degenerativa, la Clínica Multidisciplinaria de Salud de la Universidad Autónoma del Estado de México (Uaemex), realizó el taller “Medición de glucosa capilar”, para dar a conocer las técnicas correctas para la toma de este indicador.
María del Carmen Dionicio Shingu, la jefa de enfermeras de este espacio, explicó, que como parte de este taller, se informa a las y los asistentes sobre qué es la diabetes mellitus, las estadísticas sobre este padecimiento, además de detallar los factores de riesgo y algunas causas asociadas.
La jefa de enfermeras de este espacio, indicó que de acuerdo con la American Diabetes Association (ADA) existen al menos tres rangos en los que se puede clasificar este padecimiento: diabetes, prediabetes o riesgo de padecerla.
- La medición normal, luego de un ayuno de más de 8 horas, debe ser menor o igual a 100 mg/dl (miligramos sobre decilitro).
- Cuando se presentan valores de entre 100 a y 125 mg/dl se puede considerar como prediabetes.
- Si se presentan cifras mayores a los 126 mg/dl en dos pruebas distintas, se puede considerar como diabetes.
- Si bien estas mediciones son importantes, lo más recomendable es asistir con el médico, a fin de realizar los exámenes de diagnóstico pertinentes y en su caso contar con el tratamiento respectivo.
Indicó que entre las recomendaciones destaca el realizarse chequeos de manera periódica, cuando menos uno cada seis meses, para poder verificar las cifras de glucosa, sobre todo cuando existen antecedentes familiares o factores de riesgo como obesidad, sedentarismo o que no se tenga una alimentación balanceada.
En el caso de que existan estos antecedentes en la familia, estos chequeos también pueden incluir a las infancias y adolescencias, además de promover la actividad física e inculcarles hábitos saludables.
Si se presentan síntomas como sed, cansancio, debilidad, mareos frecuentes, se sugiere acudir con especialistas para poder realizar los estudios pertinentes y en su caso iniciar con un tratamiento personalizado y basado en las necesidades de cada paciente.
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