Luego de que habitantes de Naucalpan realizarán una manifestación en la explanada municipal por la falta de agua potable, la décima regidora del ayuntamiento, Lucina Cortés Cornejo, se pronunció contra la falta de sensibilidad y atención por parte del gobierno local para atender las demandas de los habitantes.
Durante la sesión de cabildo, la funcionaria lamentó que la administración a cargo del alcalde Isaac Montoya Márquez muestre falta de oficio y voluntad para escuchar a las familias que reclaman legítimos derechos.
La regidora hizo énfasis en la protesta que vecinos de diversas colonias realizaron hace unos días y precisó que la manifestación “es algo que nos debe preocupar y ocupar”. Descalificó que más allá de la atención por parte del gobierno municipal, resalta la falta de acciones para atender estas contingencias.
Detalló que lo delicado del asunto es la actuación de la propia dirección de Gobierno, pues en lugar de contar con un protocolo claro y eficaz para solucionar estos temas, “tuvieron que quedarse encerrados por más de una hora los trabajadores del ayuntamiento y ciudadanos en las instalaciones del palacio municipal, sin poder entrar y salir”.
Cortés Cornejo insistió que la dependencia tiene que atender esta situación en las comunidades, y en contraparte, no vengan los ciudadanos a manifestarse hasta la puerta del ayuntamiento.
“Se ha hablado mucho desde el principio de esta administración municipal que este gobierno escucha al pueblo, pero en los hechos, con esto demuestra todo lo contrario; esto nos dice mucho sobre el desorden que hay en el área de gobierno, y como decimos comúnmente, no tiene pies ni cabeza”, apuntó.
Por otra parte, la regidora perredista fue todavía más lejos, al cuestionar el trabajo de la dependencia en la elección de delegadas, delegados, subdelegadas y subdelegados, así como Consejos de Participación Ciudadana (Copacis), al no respetar los acuerdos tomados en la comisión edilicia temporal para el proceso electivo y ser omisa en el caso.
Rechazó tajante el hecho de que cuando los ciudadanos participantes en la elección tenían duda o querían presentar alguna inconformidad, en lugar de resolver, los mandaban a “nuestras oficinas”.
De igual forma y todavía al pasar la jornada electiva, y los ciudadanos de nueva cuenta manifestaban desacuerdos, y “nos veían”, la titular de la oficina no los canalizó para darles respuesta.
“Estas actitudes no son dignas de un servidor público; en Naucalpan hay mucha gente con verdaderas ganas de trabajar por su municipio, deberíamos darles la oportunidad a quienes en verdad quieren hacer las cosas con compromiso y vocación de servicio, pero, sobre todo, tengan mucho sentido humano y oficio políticos”, dijo.
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