La comunidad estudiantil del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Naucalpan se ha declarado en resistencia ante el anuncio del regreso a clases presenciales programado para el 21 de abril, denunciando que las autoridades educativas pretenden normalizar una situación que dista mucho de ser segura o favorable para el aprendizaje.
A través de asambleas los jóvenes han expuesto planteles inseguros, un modelo educativo en línea fallido que profundizó las desigualdades, y la amenaza constante de violencia en los alrededores de la escuela. El descontento no surge de manera aislada, sino como respuesta a meses de abandono institucional.
Los estudiantes detallan cómo el confinamiento por la pandemia agravó problemas estructurales: mientras el 40% de los alumnos carecía de equipo adecuado o conexión estable a internet condenándolos al rezago académico. Exigen la implementación de un modelo híbrido.
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